jueves, 9 de agosto de 2012

$1 + $1$1 + $1$1 + $1$1 + $1$1 + $1 = NETWORKING

El otro día, encontré una moneda de un peso sobre mi escritorio mientras encendia mi maquina y esta se conectaba a la red. Me tomó más tiempo que otras veces y, mientras esperaba, me sentí atraído por esa moneda. Me pregunté por qué. ¿Qué habría de especial en ese peso que me motivaba a destinarle más que una simple mirada? Exactamente una quinta parte de un dólar. Genial, pero con poco valor, pensé.

¿A qué se debió, entonces, la atracción? No me tomó mucho tiempo darme cuenta. El aspecto de la moneda era el símbolo perfecto del networking, de cómo utilizarlo y construir negocios. Los pesos, después de todo, están en contacto con gran cantidad de personas y dan valor. Eso es exactamente lo que la gente de negocios inteligente hace.

El año de emisión de la moneda era 2002. Eso era lo que había capturado mi interés. ¿Cuántas manos habrían sostenido ese centavo en una década? ¿Por cuántos bosillos y carteras habría circulado? ¿A cuántas reuniones de negocios habría asistido? Me maravilló pensar en cuántos aviones habría volado y en cuántas ciudades habría estado. ¿En cuántos idiomas diferentes se habría hablado delante de este testigo mudo? Muchas, conjeturas, mi pequeña moneda había viajado indudablemente a través de incontables networks desde que había sido puesta en circulación en 2002.

Si lo pensamos un poco, de eso se trata exactamente el networking, ¿no es asï? Circular. Salir y ver gente. Conectarse.

Desde el día en que nuestras monedas rodaron por primera vez fuera de la Casa de la Moneda, se conectaron con otras personas. Seguramente no conoceremos al trabajador que colocó las monedas recién acuñadas en el camión blindado que las llevó al banco por primera vez. Muy probablemente tampoco conoceremos al conductor del vehículo ni al contador del banco que rasgó por primera vez el papel que envolvía las monedas e hizo que nuestro centavo ingresara al mundo del comercio.

Sin embargo, todos nosotros estamos relacionados. Noten cómo esa pequeña moneda hizo un trayecto hacia mi y, si yo trazara su camino hacia atrás desde la persona que me la dio hacia la que se la dio a él y así sucesivamente, podría llegar a la persona que hizo que este peso comenzara una odisea de diez años.

Nosotros somos parte del Network humano . Dentro de esta vasta red, hay redes menores e interdependientes, redes de amigos, de colegas, de clientes, de allegados. Son relaciones que se superponen entre sí. Los esfuerzos que ponemos en el crecimiento y desarrollo de nuestras relaciones con otros en cada una de nuestras redes determinan qué seremos capaces de obtener cuando lo necesitemos.

Un simple peso no vale mucho hoy en día, pero, si juntamos uno con otro y otro y otro más, podemos alcanzar una forturna. Por desgracia, demasiados de nosotros estamos tan atrapados en la vorágine de la vida cotidiana que a menudo pasamos por alto un hecho simple: necesitamos bases firmes para poder establecer un NETWORKING que se extienda en el tiempo y que potencie nuestros negocios.

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