jueves, 9 de agosto de 2012

Eventos de Networking - 5 errores que no hay que cometer



Los eventos de Networking son uno de los mejores medios para encontrar posibles clientes para nuestra empresa. Muchas emprendedoras/es odian ese tipo de eventos porque no ven su utilidad: básicamente pierden un día de trabajo y vuelven a casa con una pila de tarjetas de gente que quiere que les compren algo (junto lo mismo que tú deseas!).

Como viene la economía, un día laboral (o inclusive medio día) es mucho tiempo para perder si no se tiene un plan concreto para el evento.

A continuación te presentamos 5 errores comunes que a menudo cometemos y que nos impiden conseguir mejores prospectos y ventas.

Elegir mal el evento
Presentación floja
No tener tarjetas a mano
No vestirse adecuadamente
Falta de puntualidad
Elegir mal el Evento

Uno de los errores más comunes es anotarnos en el evento incorrecto. Por ejemplo si eres diseñador web y te anotas a un evento donde el principal acontecimiento es la presentación de un nuevo software para diseño de websites o blogs, es muy probable que aprendas mucho pero es poco probable que encuentres un cliente entre la audiencia.

En cambio, podría resultar muy positivo que concurrieras a un evento de networking en la cámara de comercio local donde tendrás oportunidad de conversar con algunos empresarios locales y presentarles tus servicios.

Presentación floja

La primera vez que nos encontramos con un potencial cliente queremos dejar una buena impresión tanto de nuestra persona como en lo relativo a nuestro negocio. En las reuniones de networking como en general en cualquier evento, tenemos muy poco tiempo para explicarle a la gente la naturaleza de nuestro trabajo, los beneficios de trabajar con nosotras/os, etc.

Por eso es importante que antes de concurrir a uno de esos eventos tengamos preparada nuestra presentación: corta, enfocada a las necesidades del potencial cliente y a los resultados o beneficios que conseguirá si nos contrata. Hay que hablarle a la gente de beneficios, no de características.

No tener tarjetas o material promocional a mano

Antes de concurrir a cualquier evento profesional tenemos que preparar suficientes tarjetas de presentación y material promocional (folletos, flyers, etc). Si llega el día y vemos que nos quedamos sin tarjetas siempre podemos ir a uno de esos negocios que hacen tarjetas en 2 hs, o podemos tener preparado un archivo con una serie de tarjetas listas para ser reproducidas en una impresora color de buena calidad.

No hay nada peor que escribir nuestros datos en una servilleta y entregársela al potencial cliente, indica que no nos preparamos para acudir a un evento que está pensado justamente para desarrollar contactos profesionales y no comunicamos una idea muy profesional que digamos.

No vestirse acorde a la situación

La imagen sí importa. Hay ropa con mucho estilo, pero francamente no es apropiada para una reunión de negocios, por potencial que sea. En algunos eventos hay un código pre establecido sobre la vestimenta, aunque no nos guste, aceptar la etiqueta propuesta dice que sabemos acatar las reglas y somos confiables, características muy importante para los negocios.

Por supuesto que la vestimenta varía de acuerdo al evento y al tipo de profesión, mientras de un profesional de la abogacía o un consultor financiero esperamos una vestimenta más formal, podemos esperar un estilo más relajado de un profesional de la arquitectura o diseño, por poner algunos ejemplos.

En resumenes necesario seleccionar la vestimenta más adecuada para cada evento.

Puntualidad

Hay gente que jamás llega a tiempo a una cita, reunión, evento. Por “simpático” que puedan ser los despistados, en el mundo profesional la impuntualidad es simplemente inaceptable. Ser puntal es parte del respecto que les debemos a las otras personas. Muestra que respetamos su tiempo y que somos capaces de cumplir los tiempos pautados.

Conclusiones

Hay muchísimos consejos más para sacar provecho de las reuniones de networking, pero estas 5 sugerencias son simples de comprender e implementar ahora mismo.

Y para terminar, como “bonus” voy a dejar planteados 2 errores más: no apagar el celular e interrumpir continuamente la conversación y, por supuesto, no hacer el seguimiento de los contactos.

Las reuniones de networking pueden ser una verdadera mina de oro si sabemos aprovecharlas.

$1 + $1$1 + $1$1 + $1$1 + $1$1 + $1 = NETWORKING

El otro día, encontré una moneda de un peso sobre mi escritorio mientras encendia mi maquina y esta se conectaba a la red. Me tomó más tiempo que otras veces y, mientras esperaba, me sentí atraído por esa moneda. Me pregunté por qué. ¿Qué habría de especial en ese peso que me motivaba a destinarle más que una simple mirada? Exactamente una quinta parte de un dólar. Genial, pero con poco valor, pensé.

¿A qué se debió, entonces, la atracción? No me tomó mucho tiempo darme cuenta. El aspecto de la moneda era el símbolo perfecto del networking, de cómo utilizarlo y construir negocios. Los pesos, después de todo, están en contacto con gran cantidad de personas y dan valor. Eso es exactamente lo que la gente de negocios inteligente hace.

El año de emisión de la moneda era 2002. Eso era lo que había capturado mi interés. ¿Cuántas manos habrían sostenido ese centavo en una década? ¿Por cuántos bosillos y carteras habría circulado? ¿A cuántas reuniones de negocios habría asistido? Me maravilló pensar en cuántos aviones habría volado y en cuántas ciudades habría estado. ¿En cuántos idiomas diferentes se habría hablado delante de este testigo mudo? Muchas, conjeturas, mi pequeña moneda había viajado indudablemente a través de incontables networks desde que había sido puesta en circulación en 2002.

Si lo pensamos un poco, de eso se trata exactamente el networking, ¿no es asï? Circular. Salir y ver gente. Conectarse.

Desde el día en que nuestras monedas rodaron por primera vez fuera de la Casa de la Moneda, se conectaron con otras personas. Seguramente no conoceremos al trabajador que colocó las monedas recién acuñadas en el camión blindado que las llevó al banco por primera vez. Muy probablemente tampoco conoceremos al conductor del vehículo ni al contador del banco que rasgó por primera vez el papel que envolvía las monedas e hizo que nuestro centavo ingresara al mundo del comercio.

Sin embargo, todos nosotros estamos relacionados. Noten cómo esa pequeña moneda hizo un trayecto hacia mi y, si yo trazara su camino hacia atrás desde la persona que me la dio hacia la que se la dio a él y así sucesivamente, podría llegar a la persona que hizo que este peso comenzara una odisea de diez años.

Nosotros somos parte del Network humano . Dentro de esta vasta red, hay redes menores e interdependientes, redes de amigos, de colegas, de clientes, de allegados. Son relaciones que se superponen entre sí. Los esfuerzos que ponemos en el crecimiento y desarrollo de nuestras relaciones con otros en cada una de nuestras redes determinan qué seremos capaces de obtener cuando lo necesitemos.

Un simple peso no vale mucho hoy en día, pero, si juntamos uno con otro y otro y otro más, podemos alcanzar una forturna. Por desgracia, demasiados de nosotros estamos tan atrapados en la vorágine de la vida cotidiana que a menudo pasamos por alto un hecho simple: necesitamos bases firmes para poder establecer un NETWORKING que se extienda en el tiempo y que potencie nuestros negocios.